El concepto de usos mixtos no es nuevo. Desde la antigüedad, las ciudades han integrado espacios residenciales, comerciales y laborales en un mismo entorno. Un ejemplo clásico es la antigua Roma, donde los insulae (edificios multifuncionales) albergaban comercios en la planta baja y viviendas en los pisos superiores. Durante el siglo XX, el crecimiento de las ciudades llevó a una zonificación más estricta, separando funciones urbanas, sin embargo, a partir de finales del siglo XX los desarrollos de usos mixtos resurgieron como una respuesta a la necesidad de ciudades más sostenibles y eficientes.
Uno de los desarrollos de usos mixtos más emblemáticos es Hudson Yards en Nueva York. Este proyecto ha transformado un área industrial en un vibrante distrito urbano con edificios que combinan oficinas, comercios, residencias y espacios culturales. Otro caso relevante es La Défense en París, un desarrollo que ha integrado espacios de trabajo, vivienda y entretenimiento, convirtiéndose en un motor económico y turístico de la región.
En este contexto cabe destacar que uno de los principales beneficios de los usos mixtos es la optimización del uso del suelo. En una ciudad con un crecimiento acelerado como Tijuana, los espacios urbanos deben aprovecharse de manera eficiente. Al integrar diferentes tipos de uso en un solo lugar, se reduce el crecimiento descontrolado y se fomenta una planificación más ordenada.
Además, estos desarrollos impulsan la economía local al generar empleo tanto en la fase de construcción como en su operación diaria. Los comercios y oficinas atraen inversión, promueven el emprendimiento y fortalecen la actividad comercial en la zona. Esto también incentiva el turismo y la movilidad de personas dentro de la ciudad, beneficiando otros sectores como la gastronomía y el entretenimiento.
En términos de movilidad y sostenibilidad, los proyectos de usos mixtos contribuyen a la reducción del tráfico y la contaminación. Al permitir que las personas vivan, trabajen y consuman en un mismo entorno, disminuye la dependencia del automóvil y se fomenta el uso de transporte alternativo y el transporte público.
Por último, estos desarrollos mejoran la calidad de vida al crear entornos urbanos más dinámicos y seguros. Al haber una actividad constante en diferentes horarios del día, se reduce la percepción de inseguridad y se fortalece la vida comunitaria. Por ello, los proyectos de usos mixtos representan una solución innovadora y estratégica para el crecimiento de Tijuana, aportando orden, dinamismo económico y mejoras en la calidad de vida de sus habitantes.
¡Sigamos juntos construyendo un futuro innovador para la Tijuana del mañana!
Autora: Yadira Álvarez, Directora comercial de BITTE Tijuana
Contacto: yadira.alvarez@brg.mx