Tijuana MetropolitanaSer madre y empresaria en el mundo inmobiliario —o en cualquier otro ámbito— es uno de los mayores retos y, al mismo tiempo, una de las satisfacciones más profundas que puede vivir una mujer. No se trata solo de alcanzar metas profesionales, sino de construir un equilibrio entre lo personal, lo familiar y lo laboral que nos permita crecer sin perder nuestra esencia.
Muchas mujeres comienzan su camino impulsadas por el deseo de crear algo propio, de sentirse productivas, de aportar y trascender. En ese proceso descubren que pueden reinventarse una y otra vez, que no existen límites cuando hay determinación y fe. Cada paso, cada decisión y cada reto se convierte en una oportunidad para descubrir nuevas fortalezas.
La maternidad, lejos de ser un obstáculo, enseña a priorizar, a valorar el tiempo y a mantener la calma en medio del caos. Nos vuelve más organizadas, más empáticas y más conscientes de nuestras capacidades. Los hijos se transforman en inspiración y motor, recordándonos que no solo trabajamos por nosotras mismas, sino también por el ejemplo que dejamos.
En el sector inmobiliario, como en la vida, las mujeres han demostrado una capacidad única para conectar, construir y crear. No solo se trata de vender propiedades, sino de acompañar sueños, entender necesidades y aportar valor desde la empatía.
Encontrar el equilibrio no significa hacerlo todo al mismo tiempo, sino reconocer nuestros tiempos, respetar nuestros procesos y celebrar cada logro. Ser mujer no es una limitante, es una bendición que combina fuerza, intuición y sensibilidad.
Hoy, más que nunca, el reto es creer en nosotras mismas, atrevernos a crecer y a disfrutar del camino. Porque cuando una mujer logra armonizar lo que ama con lo que hace, nada es imposible.
Yolinda Joven
Asesora de Proyecto Central de Condominios
Contacto: yolinda.joven@brg.mx
