Tijuana, ciudad fronteriza que históricamente se ha caracterizado por su dinamismo y crecimiento constante, está viviendo un fenómeno arquitectónico y urbanístico sin precedentes: el boom del desarrollo vertical. En los últimos años, la ciudad ha experimentado una transformación que no solo ha redefinido su skyline, sino también la forma en que sus habitantes viven, trabajan y se relacionan con su entorno.
El antes: Tijuana, la ciudad horizontal
En las décadas pasadas, Tijuana se desarrolló principalmente en extensión, con una expansión horizontal que no dejaba de consumir territorio. La construcción de casas y pequeñas edificaciones predominaba, dejando poco espacio para una urbanización más vertical. La falta de infraestructura adecuada, los retos de movilidad y la alta demanda de vivienda empujaban a los tijuanenses a buscar alternativas en zonas más alejadas del centro, lo que generaba más problemas de conectividad.
El después: Cambio de paradigma en el desarrollo urbano
A mediados de la década de 2010, Tijuana comenzó a experimentar un giro radical en su modelo de crecimiento. La escasez de terrenos en el centro, el aumento en la demanda de espacios residenciales y comerciales, y las mejoras en infraestructura favorecieron el desarrollo de proyectos verticales. Lo que antes eran lotes vacíos o construcciones de poca altura, ahora son imponentes torres residenciales, comerciales y de usos mixto, que han comenzado a cambiar el rostro de la ciudad.
Zonas como la Avenida Revolución, Zona Río y Playas de Tijuana se han transformado en el epicentro de este fenómeno. La construcción de edificios de departamentos de lujo, oficinas, centros comerciales y desarrollos turísticos han consolidado a la ciudad como un punto clave dentro del mercado inmobiliario del noroeste de México. Este tipo de proyectos no solo responde a la necesidad de vivienda en la ciudad, sino también a la demanda de nuevos espacios comerciales que favorezcan el comercio y la vida urbana.
Lo que viene: Un futuro vertical para Tijuana
Con el crecimiento de la población, la ampliación de la frontera de trabajo, y el atractivo que Tijuana tiene para inversionistas tanto nacionales como internacionales, el futuro del desarrollo vertical en la ciudad es prometedor. Expertos señalan que este tipo de proyectos seguirán siendo la respuesta más viable para enfrentar los retos del crecimiento poblacional y la escasez de terrenos urbanos.
En los próximos años veremos aún más iniciativas que integren zonas residenciales, comerciales y recreativas en un mismo espacio. Este enfoque mixto busca generar comunidades más compactas, con acceso a servicios de calidad y una mayor conectividad, todo sin perder la esencia de la ciudad multicultural que es Tijuana.
Además, la cercanía con Estados Unidos, la mejora en infraestructura vial y las nuevas políticas de incentivos fiscales que ofrece el gobierno local, son factores que seguirán impulsando el auge de proyectos verticales en áreas como Zona Centro, 3ra Etapa Río y Otay.
Lo que está claro es que Tijuana no solo está creciendo, sino que está evolucionando hacia un modelo urbano mucho más moderno y sostenible. La tendencia hacia el desarrollo vertical refleja una ciudad que sabe adaptarse a los tiempos y ofrecer soluciones innovadoras para los desafíos que presenta su crecimiento poblacional.
Tijuana se está perfilando como una ciudad de futuro, con una vista que no solo embellece su horizonte, sino que también refleja la energía, la creatividad y el dinamismo que la caracterizan.
Autor: Pablo Ávila, asesor inmobiliario Bustamante Realty Group División Comercial
Contacto: pablo.avila@brg.mx / (664)220 0858