Baja California, como epicentro maquilador, ha sido particularmente vulnerable a los aranceles estadounidenses sobre acero, aluminio y autopartes, que han elevado los costos de producción entre un 10 % y 15 %. Para contrarrestar este efecto, la industria local está diversificándose hacia sectores de alto valor como dispositivos médicos, microprocesadores y robótica que no solo ofrecen mayor margen de maniobra frente a aranceles, sino también oportunidades de crecimiento sostenible.
A nivel nacional, México impulsa la sustitución de importaciones desde Asia, especialmente de China, incentivando la manufactura local de componentes actualmente importados. En Baja California, esta transición se potencia gracias a su infraestructura logística estratégica y su cercanía con el mercado de EE. UU., optimizando operaciones bajo el marco del USMCA.
La región se beneficia de corredores logísticos altamente eficientes, como el puerto fronterizo de Otay Mesa, además del desarrollo de nuevas conexiones como Otay Mesa East–Otay II, que contarán con 10 carriles (5 para carga) y estarán listos en 2026. Esta infraestructura permite una rápida integración al mercado estadounidense, volviendo más factible sustituir importaciones con producción local.
Proyectos como Silicon Border, en Mexicali, promueven la producción de semiconductores en territorio mexicano, resaltando inversiones en agua potable, energía, fibra óptica y tratamiento de residuos, infraestructura vital para atraer y retener la industria tecnológica. Este tipo de iniciativas refuerzan el objetivo de reducir la dependencia proveniente de Asia.
Baja California se destaca como uno de los estados con mayor atracción de inversión extranjera directa (IED): en el segundo trimestre de 2024, captó 502.3 millones USD, sumando más de 1.8 mil millones USD durante el año, equivalente al 5.8 % de la IED nacional. Además, lidera exportaciones en electrónica con 4.033 mil millones USD, el 19.5 % del total nacional. Estas cifras reflejan su capacidad para integrar productos de mayor valor agregado que sustituyan la importación pasiva.
Baja California está desempeñando un papel decisivo en el impulso de una economía mexicana menos dependiente de las importaciones, especialmente aquellas provenientes de Asia. Al combinar la diversificación tecnológica, nearshoring, infraestructura estratégica y atracción de inversión, la región se posiciona como un modelo de sustitución productiva. No obstante, consolidar esta trayectoria requerirá políticas públicas claras que incentiven la transición, la coordinación público–privada efectiva y el fortalecimiento continuo de capacidades locales.
Marcel Gutiérrez
Asesor Industrial/Comercial
Bustamante Realty Group
marcel.gutierrez@brg.mx