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Después de tres décadas trabajando con directores ejecutivos, he descubierto que estos cinco hábitos fundamentales son compartidos por los líderes más exitosos.
En una amplia gama de industrias y geografías, los mejores líderes empresariales del mundo saben que todos los objetivos deben estar enraizados en **hábitos**consistentes que los respalden. Los grandes líderes evalúan frecuentemente si sus prácticas diarias les permiten liderar de manera efectiva y eficiente, y en última instancia, si les ayudan a alcanzar sus planes a largo plazo.
Entendiendo que el éxito con frecuencia se logra a través del progreso incremental con el paso del tiempo, están seguros de que incluso cuando los objetivos no se materializan tan rápido como se planeó, los sistemas y procesos que han establecido mantendrán a su equipo motivado, lleno de energía y en el camino adecuado. Los mejores líderes se deleitan en sus hábitos, sabiendo que el trabajo duro finalmente dará resultados.
Después de tres décadas trabajando con CEOs, he llegado a encontrar que los siguientes cinco hábitos fundamentales son compartidos por los líderes más exitosos:
1. Ser disciplinado con la comunicación
Los grandes líderes priorizan las líneas de comunicación consistentes al mantener un ritmo regular de reuniones uno a uno y juntas de equipo. Mantienen las reuniones productivas y orientadas a resultados aprovechando algunas de estas mejores prácticas:
- Compartir un resumen con todos los participantes antes de cada reunión: Esto permite que todos vengan preparados para compartir actualizaciones relevantes, responder preguntas y ofrecer reflexiones frescas y soluciones bien pensadas, en lugar de pasar la primera parte de la reunión poniendo a todos al día.
- Iniciar las reuniones delineando el propósito y el resultado previsto: Esto ayuda a establecer el tono, alinear las expectativas, garantizar que la conversación no se desvíe y eliminar sorpresas.
- Llegar a las reuniones preparado y listo para liderar: Una buena manera de lograr esto es crear un espacio de 15 minutos entre reuniones. Evitar las reuniones consecutivas les brinda a los líderes la oportunidad de hacer un breve resumen de su reunión anterior y prepararse para la siguiente.
2. Hacer que la planificación sea proactiva
En lugar de pasar todo el día reaccionando a emergencias, los CEOs efectivos toman un control proactivo de su proceso de planificación. Rutinariamente incluyen puntos de control de planificación en su día: por la mañana para prepararse para la jornada, a mediodía para reflexionar sobre proyectos críticos y por la noche para planificar el día siguiente. Este enfoque estratégico y proactivo de la planificación les brinda a los líderes la oportunidad de ser reflexivos en sus respuestas en lugar de responder constantemente sobre la marcha.
3. Dominar su agenda
Los grandes líderes no dejan sus prioridades al azar, las integran directamente en sus agendas. En lugar de simplemente crear una lista de tareas y esperar completarlas al final del día, reservan bloques de tiempo específicos para cada tarea que desean realizar, incluso si es algo tan simple como dar un paseo por la oficina para conectarse con el equipo.
“La agenda de un CEO efectivo a menudo parece estar completamente ocupada, pero está cuidadosamente diseñada para asegurar que los proyectos importantes no se descuiden.”
Este principio se aplica tanto a objetivos personales, como el ejercicio, como a prioridades comerciales, como la planificación estratégica. La agenda de un CEO efectivo a menudo parece estar completamente ocupada, pero está cuidadosamente diseñada para asegurar que los proyectos importantes no se descuiden. Algunos CEOs encuentran éxito con planificadores digitales o aplicaciones para «super programar» su día. Independientemente de la herramienta utilizada, la práctica de programar tiempo para las prioridades resulta clave para mantenerse en camino y avanzar hacia los objetivos.
4. Desarrollar un sistema de rendición de cuentas entre pares
Los grandes CEOs conocen los riesgos de intentar hacerlo todo solos. Buscan activamente perspectivas diversas de colegas en los que confíen para asegurarse de que su proceso de toma de decisiones esté bien equilibrado. Manteniéndose abiertos a nuevos enfoques, dan la bienvenida a la experiencia y el consejo de los demás. Muchos han descubierto que cuando verbalizan sus objetivos en voz alta ante sus colegas, es más probable que sigan adelante con acciones para respaldarlos. Ya sea en forma de un grupo de redes de pares, un programa de mentoría/coaching o conversaciones regulares con amigos de toda la vida, los líderes efectivos aprovechan el valor de la comunidad.
5. Reservar tiempo para el aprendizaje
Entre las muchas decisiones urgentes que los CEOs deben tomar cada día, puede ser difícil encontrar tiempo para el aprendizaje. Sin embargo, los mejores líderes del mundo buscan regularmente nuevas ideas de la industria y de liderazgo a través de podcasts, artículos, conferencias y libros. El aprendizaje de por vida comienza estableciendo metas e implementando hábitos para respaldarlas. Al crear la disciplina para apoyar una vida de aprendizaje, los CEOs pueden asegurarse de que siempre están mejorando.
Los economistas pronostican incertidumbre y economías débiles para el 2024. Ahora es un momento crucial para que los líderes tomen medidas para garantizar el éxito a largo plazo de ellos mismos y de sus empresas. El Super Bowl no se gana en un solo juego. Es el resultado del entrenamiento durante todo el año, prácticas agotadoras, victorias, derrotas y perseverancia. Lo mismo pasa en los negocios. Acabar con los malos hábitos e implementar y mantener nuevos es un trabajo arduo. Sin embargo, los grandes CEOs encuentran alegría en el proceso y son pacientes mientras trabajan hacia los objetivos de crecimiento.
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Fuente: Entrepreneur