La gastronomía al norte de la república mexicana, a menudo se caracteriza por sus cortes de carne, pescados frescos y mariscos de la mejor calidad que dan hincapié a la creación de platillos únicos e inigualables, pero llenos de sabor. Y aunque existen varios spots que son un reflejo perfecto de esto, existe uno que además de mantener un exquisito menú, también tiene un diseño elegante y sofisticado, coctelería de autor y gran ambiente. Se trata de Faustine, un restaurante de mariscos en Tijuana, que ya se ha convertido en una parada obligada para quienes visitan Baja California.

Faustine abrió sus puertas hace aproximadamente un año y, desde entonces se ha convertido en un restaurante que se destaca por su propuesta culinaria honesta, platos creativos y sabores de temporada. Este spot que hasta la fecha cuenta con más de nueve mil seguidores en Instagram ha ganado fama por ser uno de los lugarcitos donde uno puede ir a pasarla bien, comer o cenar súper delicioso. Por ello, su menú es sinónimo de apapacho y del buen comer, pues dentro de la carta es posible encontrar opciones para el brunch y grandes opciones para la cena.

Por las mañanas, este restaurante de mariscos en Tijuana tiene una carta mucho más relajada, donde los chilaquiles, el croissant de prosciutto y la machaca de res en salsa fresca son los protagonistas del menú. Sin embargo, por las noches da paso a una lista mucho más elegante y elaborada que busca complacer hasta los paladares más exigentes. Por supuesto, su ‘pulpo asustado’ se ha convertido en su plato estrella y en uno de los sabores más queridos de la región. Este es cocinado en su punto a las brasas y es acompañado de una cama de achiote y maíz y ligeros toques de tocino.

¿Qué más pedir? Los camarones al grill son una excelente opción para pedir al centro y compartir, al igual que los mejillones al vino blanco acompañados de unas papas crujientes y rodajas de limón rostizado para agregar un twist de sabor. Para acompañar, Faustine tiene una carta de vinos internacionales provenientes de Europa y algunos mexicanos traídos directamente del Valle de Guadalupe. Adicionalmente juegan con la mixología, creando coctelería de autor irresistible como el ‘golden brown’ y otros drinks clásicos como el negroni.

Finalmente el diseño de este restaurante es espectacular y cada detalle que lo conforma evoca elegancia y sofisticación en cada uno de sus espacios, siendo los tonos blanco y negro los que más predominan tanto en sus paredes–a rayas–como en su suelo, que a su vez se complementan con sus grandes árboles y romas cubriendo el techo mientras los iluminan con sus pequeñas luces. Por supuesto, su barra no se queda atrás, pues es el lugar ideal para iniciar la charla con una copa en mano antes de la cena.

Fuente: foodandpleasure.com