En Tijuana, se suele decir que “todo se vende”. Y aunque esta afirmación suena atrevida, la experiencia en el mercado nos muestra que, en la mayoría de los casos, es cierta. Cuando una propiedad no logra venderse, normalmente hay dos razones detrás:

  1. El precio no es el correcto.
  2. La propiedad no está en condiciones físicas o legales adecuadas.

La causa número uno es, la más común.

Al igual que sucede cuando hablamos de nuestros hijos —que siempre pensamos lo mejor de ellos—, solemos ser demasiado optimistas con el valor de nuestras propiedades. Esto nos lleva a ponerles un precio por encima del mercado, lo que genera falsas expectativas y alarga innecesariamente el proceso de venta.

Es importante entender que el precio de una propiedad no lo define ni el asesor inmobiliario ni el propietario. Lo determina el mercado. Y el mercado es implacable. Está compuesto por miles de usuarios que actúan según sus propios intereses. Es impredecible, cambia constantemente y, sobre todo, no se puede controlar.
Puedes tener el mejor barco y al mejor capitán, pero ni ambos juntos podrán cambiar el curso de la marea.

¿Cómo se establece entonces el precio correcto?

Una práctica común —y errónea— es buscar propiedades similares en portales de internet y tomar sus precios como referencia. El problema es que muchas de esas propiedades llevan meses, incluso años, publicadas sin venderse.
La manera más certera de fijar el valor real de mercado es analizar las propiedades que ya se vendieron recientemente en la zona. No las que están publicadas, sino las que realmente lograron concretar una venta.

El termómetro inmobiliario

Si ya tienes una propiedad en venta, aquí te comparto una guía rápida para saber si estás dentro del rango correcto:

  • Si nadie pregunta por ella: probablemente estás 20% o más arriba del valor de mercado.
  • Si preguntan pero nadie la visita: podrías estar 15% arriba.
  • Si hay visitas pero nadie hace una oferta: estás probablemente 10% por encima.
  • Si hay interés, visitas y ofertas, pero no se concreta la venta: seguramente estás solo 5% arriba.

En todos los casos, ajustar el precio puede hacer toda la diferencia.

¿Y si me quiero asegurar de no vender barato?

Contratar a un especialista no solo te ayuda a evitar vender por debajo de lo que realmente vale tu propiedad. También te ahorra dolores de cabeza durante el proceso: negociaciones, documentación, trámites legales y más.
Porque esta marea inmobiliaria —como cualquier océano— puede ser tan impredecible como desafiante, y es mejor navegarla con alguien que sepa leer sus corrientes.

Autor: Joel Sánchez, Asesor inmobiliario en Bustamante Realty Group
Contacto: joel.sanchez@brg.mx