La unión de fuerzas entre profesionistas del diseño y artesanos mexicanos —en su mayoría, indígenas— ha sido una constante en una gran cantidad de emprendimientos actualmente en el país. Si bien muchos tienen como objetivo central dividir las ganancias de una manera equitativa y reconocer el trabajo indígena tanto en la retribución como en la visibilidad de su labor, también hay alianzas en las que tienden a establecerse dinámicas de desigualdad entre los copartícipes.

Jacobo Muñoz y Alexander Jacob Brucilovsky, de 41 y 29 años, son los dos diseñadores industriales detrás de And Jacob. Con un esquema de sociedad que reconstituye el panorama para ambas partes, esta marca de artículos de uso cotidiano surgió en 2019 de la colaboración entre sus fundadores y los talleres de artesanos que se dedican a trabajar el mármol y la piedra volcánica, así como el cristal y la madera, en localidades de Puebla, Guerrero y la Ciudad de México.

Sus piezas son útiles, de colores sobrios y materiales duraderos, que pueden combinarse con otras estéticas y coexistir en espacios contrastantes. El punto de partida son las historias detrás de la tradición, la interacción con artistas que conservan como herencia la técnica de lo hecho a mano.

Cada luminaria, instrumento de cocina, contenedor y ornamento sobresale por su simplicidad. Las líneas de sus diseños se acercan al minimalismo y sientan las vías para una estética que no pretende reinventar lo tradicionalmente mexicano, sino darle presencia global al diseño nacional.

Jacobo y Jacob han diseñado piezas con exigencia al detalle que conviven con marcas de calidad internacional. Esta precisión técnica logra conciliar los estándares de un público globalizado y la cualidad única de un producto hecho a mano. La producción en conjunto, además, ha ajustado los procesos para volverlos más eficientes y optimizar los ingresos, en la búsqueda de un modelo sostenible y orientado a un comercio digital.

Jacobo, Jacob y su equipo retoman elementos de la cotidianeidad mexicana para incorporarlos en los hogares del mundo. Universalizar el uso de la piedra volcánica o el mármol tallado a mano es su aporte en el trazo de una identidad nacional moderna, competitiva, funcional y de alta calidad.

Fuente: Gatopardo