En la lucha contra el cambio climático, y de la mano con la eficiencia, aparece el mobiliario sostenible, el cual tiene como propósito fabricar a partir de material reciclado o sin contenido tóxico. Durante la producción se utiliza una mínima cantidad de energía que genera poco o nada de residuos peligrosos y las emisiones de CO2 son bajas. Además, el proceso es redondo, pues, al transformar la materia prima en un producto utilizable se pasa por un proceso de producción, distribución y, por último, reintegración al medio ambiente.
Estas soluciones están al alcance de todos, sólo hace falta pensar en las repercusiones de los hábitos de producción y consumo a nivel personal, empresarial y urbano. “Regularmente las empresas no toman en cuenta lo beneficioso que resulta adquirir muebles sostenibles, ya que consideran que sillas, escritorios y todo lo que se encuentra en el espacio de trabajo será útil únicamente dentro de la oficina, no ven su utilidad más allá para lo que fue adquirido”, señaló Jimena López en entrevista con Inmobiliare, Gerente Internacional de Marketing de Elkay.
Si se cambia la forma en que se produce y utiliza el acero, el cemento, el aluminio y el plástico, se podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de estas industrias hasta en 40% para 2050 según un estudio de la Fundación Ellen MacArthur en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) en Madrid. De hecho, grandes empresas en el medio, como CEMEX, se han sumado a esta causa.
De tal manera, se vuelve posible que el desarrollo urbano no sea agresivo con el medio ambiente si se apuesta por el ecodiseño.
“Es importante recalcar que la transformación de los espacios públicos ya no se entiende sin incluir criterios de sostenibilidad ambiental como parte fundamental del proyecto. Esta nueva tendencia contribuye a crear lugares eficientes, abiertos, innovadores, competitivos y, sobre todo, en armonía con el planeta y la naturaleza”, agregó Jimena López.
La situación crítica de los recursos naturales ha abierto la brecha para que grupos como Elkay, empresa estadounidense con más de 100 años en el mercado, busquen soluciones a la causa.
Elkay es pionera en el desarrollo de productos para el consumo del agua. Este año se presentó la iniciativa de establecer alianzas comerciales con cadenas hoteleras de Cancún, Playa del Carmen y Mérida para instalar estaciones llenadoras de botellas que permitan reducir el uso de envases de plástico y se tengan espacios más sustentables.
En los inmuebles que se tiene planeado hacerlo son 45% nuevos y 55% recintos ya existentes. Esta estrategia toma en cuenta que México es uno de los países que más produce y vierte plásticos no esenciales al océano, entre 250 mil y un millón de toneladas se arrojan al mar cada año. Este tipo de proyectos son necesarios para cambiar el hecho de que el 94% de los plásticos que se producen o son importados al país no se reciclan.
Por último, algunos de los beneficios del mobiliario sostenible son: mayor durabilidad, reduce la cantidad de materia prima utilizada, sus diseños son pensados para que sean productos de fácil reparación y con la idea de que, en su momento, puedan ser desmontados con facilidad para así poder reciclar, entre otros. La búsqueda de entornos amigables con el medio ambiente a través del mobiliario sostenible tiene una perspectiva macroeconómica también, ya que, el fin último es que las ciudades del mundo están construidas bajo la misma lógica.
“Para lograr estos espacios se debe partir de políticas macroeconómicas adecuadas, una urbanización bien planificada y gestionada para ayudar a los países a acelerar su crecimiento económico y servir como un canal hacia los mercados globales, creando entornos productivos que atraigan la inversión internacional y aumenten la eficiencia económica”, continuó López.
Se necesita un pacto social entre ciudadanos, sector público y privado para que la demanda sea responsable al igual que la oferta y que estas transacciones sostenibles sean favorecidas por el gobierno. El incentivo que los mandatarios de algunos países han utilizado es permitir que las empresas deduzcan impuestos al usar energías alternativas.
Es importante que el sector inmobiliario adopte estas prácticas, algunas de las formas en que se puede comenzar a ser sostenible es evitar los plásticos de un sólo, construir plazas, hoteles y edificios con arquitecturas que favorezcan el enfriamiento natural y hacer un uso responsable del agua.
Fuente: Inmobiliare