La ciudad de París ha anunciado que invertirá 250 millones de euros para mejorar su infraestructura ciclista y ampliar su red de ciclovías con el objetivo de convertirse en «100% ciclista». La inversión de la capital francesa llega a través de Bike Plan, un proyecto urbano de 5 años que reforzará la presencia de bicicletas y proporcionará rutas seguras y bien comunicadas para pasajeros y peatones.

De aquí al 2026, la ciudad ampliará sus rutas y agregará 180 kilómetros de nuevas ciclovías permanentes. Los ciclistas también tendrán más del triple de espacios de estacionamiento, alcanzando alrededor de 180.000 en lugar de los 60.000 existentes. La ciudad también invertirá en mejorar la infraestructura alrededor de los principales puntos de conexión entre los suburbios vecinos y la ciudad, creando una mejor integración en el área metropolitana más amplia.

 

Los planes de expansión se producen después de que una cantidad notable de parisinos se interesó en andar en bicicleta durante la pandemia en lugar de sus medios habituales de transporte. Hoy en día, la ciudad presencia casi 1 millón de viajes en bicicleta a diario sin la infraestructura adecuada para cubrir tal cantidad. Las vías para bicicletas existentes en la ciudad se comparten con automóviles y motocicletas, y están separadas por marcas de pintura en la carretera en lugar de barreras físicas reales, lo que aumenta el riesgo de colisión. La ciudad también se ha comprometido a garantizar la seguridad de los peatones reforzando las reglas de conducción y carreteras, y aumentando la cantidad de controles policiales.

Teniendo en cuenta que la contaminación de los automóviles puede agravar la crisis de salud mundial, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunció en mayo de 2020 planes que fomentan el uso de ciclovías y pistas para autobuses generando más espacios para peatones y ciclistas en toda la ciudad y reduciendo el número de automóviles en el centro. Se anunciaron los planes para mantener las medidas anti-contaminación y anti congestión introducidas durante el período de confinamiento, ya que la ciudad reabrió después de la pandemia.

Las ciudades de toda Europa han implementado infraestructuras para bicicletas dentro de su planificación urbana. Considerada como una de las ciudades más amigables con las bicicletas del mundo, Ámsterdam continúa construyendo infraestructura para bicicletas dentro de su tejido urbano. En 2019, la ciudad lanzó un nuevo plan para 2022 que se enfoca en mejorar los estacionamientos de bicicletas y la infraestructura existente.

La ciudad está creando nuevas «rutas reales» para dar cabida a más bicicletas, ya que miles de nuevos habitantes se están mudando a la capital cada año y ampliando las pistas para bicicletas existentes. También están aumentando el número de calles para bicicletas de baja velocidad y rediseñando las principales intersecciones para garantizar la seguridad de los ciclistas.

Fuente: ArchDaily